Llegaba el Barcelona con muchas dudas después de los últimos partidos. La derrota en Dortmund donde encajaron tres goles y el partido en Butarque donde ganaron gracias a un autogol realizando un pésimo partido. Tocaba rehacerse y conseguir un triunfo que devolviera la confianza a los jugadores. Pero está claro que este Barcelona no anda fino. Los errores que cometieron ayer jugadores que estaban teniendo una gran temporada no son de recibo. El equipo de Flick demostró cómo se puede regalar una Liga casi sin darse cuenta.

Primero fue Szczesny el que cometió un error infantil que sirvió para que el Celta empatara el partido. Los errores en los otros goles fueron también mayúsculos. De Jong e Íñigo Martínez se confiaron de una forma absurda y ninguno de los dos fue a por el balón, algo que aprovechó de nuevo Borja para adelantar a los vigueses. Y apenas unos minutos después otra falta de entendimiento asombrosa entre Cubarsí y de nuevo Íñigo significó el tercero. 

Pero luego vino la otra cara del Barcelona. Con un partido prácticamente perdido con 1-3 en el marcador, los de Flick tuvieron la fuerza para darle la vuelta al marcador. El alemán metió a Olmo y Lamine Yamal y todo cambió. Por ellos y por un enorme Raphinha. Un partido con los dos Barças, el que regala Ligas y el que puede ganarlas. Ahora toda la presión para el Madrid.

Ya hay lío montado de aquí a final de temporada. Antes del comienzo del partido, el Barcelona hizo un comunicado quejándose de los horarios que le pone LaLiga para sus partidos. El club se alineó de esta manera con Flick que en la previa había sido el primero en mostrar su malestar por esta circunstancia. Y Deco dejó claro que la patronal no les hizo caso cuando pidieron el cambio de horario del partido frente al Valladolid para que no tuvieran que volver de madrugada a Barcelona con el enfrentamiento contra el Inter a la vuelta de la esquina.

Ferran cuando sale casi siempre cumple. Llevaba tres partidos sin ser titular, pero en esta ocasión Flick le dio entrada en el once para dar descanso a Lamine Yamal. Fiel a su cita con el gol, el valenciano apenas tardó 12 minutos en conseguir perforar la portería rival. Con este ya son diez los goles que ha marcado en LaLiga. Un suplente de auténtico lujo.

Szczesny demostró que es humano. Llevaba muchos partidos siendo uno de los jugadores claves para conseguir los últimos triunfos. Pero este sábado la pifió y bien cuando midió mal su salida, algo que le pasó en los primeros partidos con el Barcelona, y se tragó un pase cruzado sobre el punto de penalti lo que permitió a Borja Iglesias marcar a puerta vacía. El polaco, sin embargo, equilibró posteriormente siendo clave en varias acciones frente al mismo Borja, Moriba, Iker Losada, Pablo Durán y Mingueza.

El que le metió Borja Iglesias al partido. Fue una pesadilla para la defensa azulgrana en los 75 minutos que estuvo en el campo. Supo encontrar siempre los huecos en la zaga culé y se aprovechó de los errores que cometieron sus rivales. Consiguió un hat-trick, pudo marcar alguno más, que parecía definitivo. Sin embargo, al final no fue así.