Al Barça le bastó con un gol de Dani Olmo para llevarse la victoria ante un rocoso Mallorca, sostenido por Leo Román, suplente habitual de Dominik Greif y autor de un partidazo. El ibicenco frustró una y otra vez las llegadas del equipo de Hansi Flick, que optó por reservar a varias piezas llamadas a tener un indudable protagonismo en la final de Copa del Rey. Y, aunque hubo también algún momento en el que le tocó apretar los dientes, acabó por sumar tres puntos que le acercan un poco más al objetivo de hacerse con la Liga. [Narración y estadísticas (1-0)]
Flick recogió el guante y dio la titularidad a Ansu Fati y Héctor Fort, quienes se quejaron ostensiblemente de haberse quedado sin minutos en el loco encuentro del sábado ante el Celta. El 10, como recambio de Raphinha a quien, como en los casos de Jules Koundé, Pau Cubarsí, Gerard Martín y Frankie de Jong, prefirió reservar con vistas al clásico en La Cartuja. El joven delantero, quien parecía destinado a ser un jugador de época, se esforzó de lo lindo para buscar la manera de ganar más protagonismo. Sus intentos, no obstante, no lograron romper la resistencia de un Mallorca sujetado a un arquero con mucho ánimo de revancha.
Leo Román, que no jugaba en la Liga precisamente desde que el Barça le endosó un 1-5 en Son Moix, se erigió en el mejor de los visitantes a lo largo de los primeros 45 minutos. Arrancó con una doble intervención a sendos disparos de Ferran Torres, relevo en punta del lesionado Robert Lewandowski, y Lamine Yamal. Y, a partir de allí, encadenó paradas mientras los azulgrana trataban una y otra vez de romper la igualada.
A la vuelta del descanso
Donde no llegaba el guardameta, además, lo hacía la zaga del conjunto balear para evitar que el balón acabara besando la red, ante la desesperación de Flick. En ataque, mientras, los visitantes lo fiaban todo a intentar romper el fuera de juego y al cuerpo a cuerpo que Cyle Larin mantenía de forma casi constante ante Ronald Araujo. Y, en las contadas veces en que se acercaron con algo de peligro, Wojciech Szczesny se resarció también de la jugada que propició el sábado el inicio del terremoto, al final sin consecuencias, ante el Celta.
Tras el 0-0 con el que se llegó al descanso, la segunda parte no pudo arrancar mejor para el líder. Antes de que se cumpliera el primer minuto, Dani Olmo, tras una asistencia de Eric García, encontró el premio del gol. No tardaría mucho tampoco Ansu Fati en volver a poner a prueba los reflejos de Leo Román. Una vez logrado el 1-0, todo invitaba a pensar que los barcelonistas podrían abrir aún más brecha. El Mallorca, no obstante, respondió con un cabezazo de Antonio Raíllo tras saque de falta que llevó el susto a las tribunas.
Pedri, ante Antonio Sánchez, el martes en Montjuïc.EFE
Flick, para dar una marcha más al juego y, de paso, reservar a uno de los jugadores que puede ser clave para el clásico, dio entrada a Raphinha y Fermín por Ansu y Olmo, respectivamente. La efervescencia de los primeros instantes del segundo tiempo, pese a todo, se fue diluyendo. Y Lamine Yamal, solo ante el portero tras asistencia de Pedri, vio cómo Leo Romän se le imponía en el uno contra uno, en una de esas acciones que, de no sumar los tres puntos, se lamentan amargamente.
Y aún tendría el meta visitante varias opciones para añadir más buenas intervenciones a su haber tras un disparo de Pau Víctor y dos de Fermín, el primero envenenado tras tocar en los pies de un defensa, que dieron aún algo de esperanzas para los suyos. Finalmente incumplidas.