FC Barcelona | Flick calmó los ánimos de un vestuario encendido

Los jugadores del FC Barcelona no se tomaron para nada bien el empate frente al Betis. El equipo saltó al campo con un extra de motivación por la derrota del Real Madrid ante el Valencia que les abría la puerta para marcar una distancia de seis puntos respecto a los blancos y al final se tuvieron que conformar con un margen más limitado de cuatro puntos.

Las caras de los jugadores sobre el terreno de juego al final del choque eran de disgusto. El árbitro Gil Manzano tampoco ayudó con una actuación irritable, aunque no tuviera influencia directa en el resultado. El colegiado sufrió en sus carnes la frustración de jugadores con mucho orgullo como Raphinha al que tuvieron que separar para evitar males mayores.

Ni tan siquiera el primer capitán, Marc-André Ter Stegen, pudo serenar a un furioso Raphinha camino del túnel del vestuario. El último córner que el árbitro no concedió y el escaso tiempo añadido, de solo cuatro minutos, fueron el motivo de un enfado con las pulsaciones a tope, aunque en realidad el equipo estaba dolido por el resultado.

Gil Manzano sacó de quicio a los jugadores / Javi Ferrándiz

Por ejemplo, Pau Cubarsí, un jugador muy prudente en sus declaraciones habitualmente, habló que en la primera parte habían “faltado ganas de ganar”. El Betis plantó cara con un estilo de juego valiente de Manuel Pellegrini, pero los jugadores del Barça entendieron que debían haber mordido mucho más en el primer tiempo, como hicieron en el segundo.

El gol de estrategia de Natan también dolió mucho. Lo explicó Gavi: “Era totalmente evitable, trabajamos mucho la estrategia para evitar estos goles”. El andaluz fue el MVP y rayó a gran altura, aunque ello no fue consuelo.

Ronald Araujo, segundo capitán de la plantilla, tampoco estaba contento con el árbitro y habló con el mismo tono de autoexigencia que sus compañeros: “Hay que cuidar todos los detalles”. Él mismo fue quién perdió el duelo con Natan en el tanto del empate verdiblanco. 

“Tenemos que luchar contra todo”, añadió tanto por el tema arbitral como por los problemas que pone Javier Tebas para la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. Todo cuenta para el estado de ánimo de un vestuario que quiere rebelarse con fútbol ante las injusticias.

Hansi Flick conversa con sus jugadores al final del partido ante el Betis / Javi Ferrándiz

La realidad es que la zaga barcelonista pasó apuros en el primer tiempo, pero los corrigió en el segundo. La baja de Iñigo Martínez pesó mucho tanto por su mando desde atrás como a la salida que propicia desde el lado zurdo. Cubarsí se desenvuelve bien en esta posición, aunque el perfil diestro va más acorde a sus características.

Iñigo Martínez debe estar recuperado para jugar el miércoles en la Champions League ante el Borussia Dortmund en Montjuïc. Los cambios fueron programados pensando en este partido, como Flick reconoció con Pedri, De Jong y Ferran. El Barça quiere dejar encarrilada la eliminatoria en casa antes de viajar a un estadio que es una caldera con su famoso muro amarillo, como bien sabe el técnico teutón.

Un entrenador que, viendo cómo estaba el vestuario, prefirió esta vez sacar el pie del acelerador y lanzar en caliente un mensaje de optimismo. No era el momento de análisis o de centrarse en los errores “puntuales” que lamentó Araujo, sino de valorar el trabajo hecho en estos cuatro partidos en apenas nueve días.

Flick destaca por encima de todo como entrenador por su gestión de la caseta. Así se ganó a los jugadores del Bayern de Múnich cuando consiguió el sextete. El alemán sabe cuando debe apretar y cuando debe aligerar tensiones. 

Lamine Yamal se lamenta de una acción del empate del Barça contra el Betis / Javi Ferrándiz

Esta vez no era el momento para que los jugadores se hicieran más daño a ellos mismo. En frío, a partir del entrenamiento de este domingo, ya se corregirán los fallos, aunque sin la dureza de otras situaciones ya que nunca hubo falta de actitud.

Flick quiere sobre todo que nunca falte la intensidad. Y esto se apreció sobre el campo en Montjuïc. Los errores o aciertos son circunstancias del juego. Por ello, el entrenador barcelonista dijo “estar contento” con el punto cosechado y puso en valor que “nos enfrentamos a uno de los mejores equipos de la Liga”.

La visión de Flick debe tranquilizar a los barcelonistas que salieron decepcionados por el empate. El equipo está enchufado y esta es la mejor noticia para el desenlace de la temporada.

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