Los puntajes de los futbolistas del Más Grande después del superclásico frente a Boca en el Estadio Monumental, partido correspondiente a la fecha 15 del Torneo Apertura 2025. River se impuso por 2-1 al eterno rival con goles de Franco Mastantuono y Sebastián Driussi.
Puntajes de River vs Boca
Franco Armani (9): no tuvo responsabilidad en el gol de Merentiel. Embolsó algunos centros peligrosos y apareció con dos manos salvadoras casi en tiempo de descuento para mantener la ventaja. Siempre atajadas claves en partidos importantes.
Gonzalo Montiel (6,5): clausuró su sector en los 45 minutos que estuvo en cancha. Se proyectó poco en ataque por la gran cantidad de piernas rivales que le impidieron ir por la banda y tuvo una tarea netamente defensiva. Tcado físicamente, salió en el entretiempo.
Germán Pezzella (5): grosero error de cálculo en el mejor momento de River para dejarle servido el gol a Merentiel. Aún en un contexto favorable, sigue atentando contra los buenos momentos del equipo con errores impropios de un defensor de su jerarquía. No tuvo una buena tarde.
Lucas Martínez Quarta (7): también tuvo responsabilidad en el gol de Merentiel, pero estuvo más firme que Pezzella y preciso con la pelota en los pies. Se animó a trasladar y romper en líneas en varios tramos del cotejo y dejó una imagen aprobada.
Marcos Acuña (7): punzante en cada uno de sus centros y enérgico para ir a copar la parada. Jugó con la actitud que se necesitan en esta clae de partidos. Se le salió la cadena sobre el final del primer tiempo pero logró controlarse y no salirse de eje.
Enzo Pérez (9): dio una masterclass de ubicación y timing. Le ganó todos los duelos a Zenón, en retroceso y en velocidad. Manejó los tiempos, la presión y la postura del equipo. Experiencia para entender cada uno de los momentos del partido y personalidad para imponerse. Figura absoluta.
Kevin Castaño (7): muy influyente en el tramo final de la cancha. Movilidad, pases y contacto constante con la pelota para que el circuito ofensivo no pierda brillo. Tuvo mucha presencia y por momentos fue el dueño de la mitad de la cancha. Gran partido, en línea con lo que viene mostrando.
Giuliano Galoppo (6): correcto partido, sin intervenciones sobresalientes ni tampoco equivocaciones marcadas. Intervino menos que Castaño pero estuvo activo en la generación de juego. Disminuido físicamente, pidió el cambio en el arranque del segundo tiempo.
Franco Mastantuono (8,5): fue el conductor del equipo y el más revoltoso de los 22 jugadores de cancha. Tocó, gambeteó, jugó e hizo jugar. Incluso recuperó varias pelotas. Autor de un golazo de antología para romper el marcador. Salvo el mano a mano que dilapidó en el complemento, un partido casi perfecto.
Facundo Colidio (7): se lo vio movedizo durante toda la tarde. e intentando ser incisivo a espalda de Advíncula. Nuevamente, capitalizó con éxito pocas jugadas pero exigió y trató de desacoplar a los defensores de Boca. Tuvo toques de calidad en algunos ataques. Le puso voluntad y mostró un desgaste importante.
Sebastián Driussi (8): no tuvo tanta injerencia desde el juego, pero marcó el 2-1 en un momento clave e hizo lo que un goleador tiene que hacer. Fijó a los centrales de Boca y jugó mayoritariamente de espaldas, pero fue importante para apretar, presionar y obligar a que el rival la dividiera. Estuvo más que a la altura.
Ingresaron
Fabricio Bustos (6): correcto ingreso. Sin hacer infracciones innecesarias y tapando las subidas de Blanco. Mejoró la floja imagen que había dejado después del partido en Ecuador.
Maxi Meza (5): discreto aporte durante su estadía en cancha. Desde su ingreso, River dejó de buscar el tercero y se dedicó a cuidar la ventaja. Entró para mejorar la tenencia de la pelota.
Manuel Lanzini (5): no le aportó nada distinto al equipo durante sus minutos en el campo. En un trámite de mucho ida y vuelta, no logró tener ningún ataque peligroso.
Rodrigo Aliendro (5): poco contacto con la pelota. Gallardo lo puso para rearmar el medio y aguantar los embates de Boca.
Miguel Borja (-): entró sobre el final del partido y no pudo ponerse en sintonía de lo que pedía el partido.