La Federación Española de Fútbol paró la última hora de la tarde del viernes un comunicado que pensaban emitir los árbitros respecto a todo lo sucedido en una de las jornadas más tristes de la historia del fútbol español. El presidente federativo sabía que si ese comunicado se hacía público, todo podía saltar por los aires.
Rafael Louzán y Luis Medina Cantalejo se reunieron al filo de las ocho de la de la noche y ahí se logró frenar lo que iba a ser un comunicado de los colegiados, expresando la solidaridad total y absoluta con sus compañeros González Fuertes y Ricardo de Burgos Bengoetxea para mostrar, una vez más, el rechazo absoluto a lo que consideran ataques indiscriminados hacia el colectivo, que además no se siente respaldado al cien cien por la Federación.
El CSD medió para que el club blanco aceptase finalmente presentarse este sábado en La Cartuja.
Louzán y Medina Cantalejo intercambiaron opiniones y el presidente pidió mesura a los colegiados y a su presidente para poder dar estabilidad al partido que se tenía que disputar el sábado por la noche en La Cartuja. El distanciamiento cada vez es mayor entre colectivo arbitral o su presidente con la línea marcada desde la Ciudad del fútbol. Lo cierto es que desde la Federación también se considera que no fueron oportunas algunas de las palabras dichas especialmente por González Fuertes un día antes de la disputa de la final. Eso no quiere decir que justifique los continuos ataques que reciben los árbitros y no solo por parte del Real Madrid.
En el caso de que se hubiera producido un relevo de algunos de los dos colegiados principales del choque, ninguno de los otros colegiados de primera habría aceptado dirigir el partido.
Tal y como informó MARCA en la tarde de ayer, el colectivo arbitral se va aglutinar alrededor de una asociación, con el único fin de defenderse y denunciar a todo aquel que ponga en duda la honradez de los árbitros, ya sea presidente, entrenador, futbolista o periodista.