Kylian Mbappé también llegó al Real Madrid para noches como esta, funciones atascadas en la espesura después de una fecha FIFA contra un rival angustiado y con fe en la disciplina. El francés sacó del lío a su equipo con dos goles a balón parado, un penalti y una falta ensayada, en un partido en el que se vieron por detrás y en el que el Leganés se mantuvo siempre a distancia de restarles puntos. El francés acertó en una noche que quizá se anunciaba anodina, pero que resultaba determinante para el desarrollo de la Liga, de la que se acababa de descolgar el Atlético al empatar contra el Espanyol en Barcelona.
RMAReal Madrid
3
Andrii Lunin, Raúl Asencio, Antonio Rüdiger, Lucas Vázquez (Federico Valverde, min. 71), Fran García, Eduardo Camavinga, Arda Güler (Rodrygo, min. 61), Luka Modric (Aurélien Tchouaméni, min. 80), Brahim Díaz (Vinícius Júnior, min. 61), Jude Bellingham y Kylian Mbappé
LEGLeganés
2
Marko Dmitrovic, Valentin Rosier, Sergio González, Javi Hernández, Matija Nastasic, Juan Cruz (Yan Diomande, min. 85), Yvan Neyou (Seydouba Cissé, min. 65), Dani Raba (Miguel de la Fuente, min. 85), Óscar Rodríguez, Renato Tapia (Darko Brasanac, min. 85) y Diego García (Munir El Haddadi, min. 82)
Goles 1-0 min. 31: Kylian Mbappe. 1-1 min. 33: Diego Garcia. 1-2 min. 40: Raba. 2-2 min. 46: Jude Bellingham. 3-2 min. 75: Kylian Mbappe
Arbitro Pablo González Fuertes
Tarjetas amarillas Javi Hernández (min. 61), Raúl Asencio (min. 61), Diego Garcia (min. 64), Renato Tapia (min. 73), Óscar Rodríguez (min. 88)
El Madrid ha jugado muchas veces estos partidos. Y también se ha llevado muchos sustos al internarse en ellos. Desde la distancia se ven como plácidas vaguadas en mitad del paisaje montañoso que es su calendario. Los juega emitiendo señales de que puede ganarlos en cualquier momento. Solo tiene que subir un punto las revoluciones, pisar más el área, tirar más desmarques, afinar el tiro. Y mientras eso sucede, el momento no llega. Así fue contra el Leganés, un equipo que sufre en otra galaxia futbolística. El Madrid lo mantenía en su campo sin prestarle la pelota más allá de la divisoria. Los iba cercando sin acelerar demasiado, confiado en que el gol, la victoria, llegaran por decantamiento. Descansaban de inicio Rodrygo, Vinicius y Valverde, recién llegados del otro lado del Atlántico, y Arda Güler y Brahim tuvieron su oportunidad a la derecha y a la izquierda de Bellingham. El inglés era el mayor agitador desde la mediapunta. Filtraba diagonales a un lado y al otro y buscaba a Mbappé por el centro.
El momento no llegaba, y cuando llegó no fue lo que se esperaba. Bellingham encontró con el exterior a Güler en el área, que cayó con las piernas trabadas entre las de Óscar Rodríguez. El penalti le provocó a Dmitrovic una frustración desesperada. Cuando ya se había vencido hacia su derecha, entendió: Mbappé le había enviado un panenka flotando por el centro. Trató de detener la estirada, pero ya era tarde.
El gol, el punto de giro tan anticipado, en realidad espabiló al Leganés. O aletargó al Madrid. Casi sin cambiar de página desde el penalti, el equipo de Borja Jiménez lanzó una contra por la derecha, que culminó con un centro al área embocado por Diego García. Apenas habían catado la pelota, pero no necesitaban más. Exprimían su plan al máximo: resistencia y asalto. Y apenas tardaron en repetir, esta vez por la izquierda. Óscar alcanzó el área, puso atrás la pelota, Raba marcó y el partido se fue al descanso bajo una leve pitada del Bernabéu.
Era como muchas veces. El Madrid emitía señales de que podía ganarlo en cualquier momento, pero el momento no llegaba. Para volver a asomar necesitó otro de esos arrebatos de Bellingham en los que parece dispuesto a llevarse él solo al rival por delante. Se sacó un tirazo que Dmitrovic alcanzó con la mano derecha cerca de la cepa del poste. Brahim pescó el rechace a dos metros de la línea, pero Tapia logró desviar el tiro al larguero. La pelota cayó a la hierba después de un breve vuelo, y allí estaba Bellingham, que se había lanzado deslizándose, para mandarla a la red.
Muchos minutos y mucho asedio, para que el partido regresara al equilibrio inicial. El Leganés resistía, con orden y constancia, y Brahim veía un tiro lejano terminar en la madera, como le había pasado antes con lo que había pescado en el área. El Madrid empujaba, monopolizaba el balón, aunque no terminaba de inclinar el encuentro, al que se agarraba el equipo de Borja Jiménez, agazapado. Pero el Madrid habita otra galaxia, y Ancelotti, para media hora de rock and roll, recurrió a Vinicius y Rodrygo por Brahim y un borroso Güler. También introdujo a Valverde por Lucas Vázquez, inconsistente.
Vinicius se entregó a su destino de agitador, esta vez sin enhebrar, ni en los regates ni en un último pase a Mbappé tras una galopada a campo abierto. Por el otro costado arrancó Rodrygo y Tapia le derribó cuando olisqueaba el área. La pizarra sacó del embrollo al Madrid: Mbappé embocó tras un apoyo que provocó que se abriera la barrea. Y aun así, Diomande le provocó los dos últimos temblores con sendas llegadas al área. Pero el Madrid ya había escapado y sigue en la Liga.
Clasificación Clasificación PT PJ PG PE PP 1
63 28 20 3 5 2 RMA
63 29 19 6 4 3
57 29 16 9 4 4 ATH
52 28 14 10 4 5
44 27 12 8 7
Clasificación PT PJ PG PE PP 16 VAL
28 28 6 10 12 17
27 29 6 9 14 18 LEG
27 29 6 9 14 19
25 28 6 7 15 20 VAD
16 29 4 4 21